Son las 18h de la tarde de un miércoles de diciembre. Ya es de noche en Cheste y Nerea aún tiene por delante una nuestra última entrevista. Ha sido un día largo de clases y entrenamientos que ha acabado con una cita previa con un medio deportivo digital que se ha alargado casi una hora para un artículo que le han dedicado para acabar el año.
Nerea ha pasado a estar presente en las agendas de los medios especializados estos últimos meses. Después de ganar en 2018 el título de campeona del Campeonato de Karting de la Comunidad Valenciana, ha confirmado que su título de 2017 no fue una casualidad. Ha sido primera chica que gana el campeonato en Junior, la primera que lo gana en Senior, y la primera que lo gana dos años seguidos.
Ella es una chica bromista y divertida, pero cuando se habla de automovilismo se serena y se concentra. Ese es su método: tesón, constancia y autocrítica. A Nerea no le han regalado nada. Ella misma se ha forjado su estilo a base de muchas horas sobre un kart de alquiler en la pista de regenta su familia en Albalat dels Sorells y de mucho trabajo dentro y fuera de las carreras.
La piloto de Albalat llega a la sala de reuniones del Circuit Ricardo Tormo con la cámara y las luces preparadas, pregunta dónde tiene que sentarse y repasa mentalmente lo que quiere decir. Metódica y tranquila, clava su mirada azul y espera paciente que todo esté listo para empezar a responder. Ante la pregunta de cuál es su primer recuerdo sobre un Kart responde: “La verdad es que no recuerdo la primera vez que subí a un Kart”, y se ríe. Demasiadas horas ha pasado pilotando como para recordar cuál fue la primera vez.
“Recuerdo cómo rodaba sola en la pista de mi padre y mi tío. La gente venía, pagaba sus tandas y corría, y yo pues cuando no había faena cogía y rodaba yo sola”. Sin embargo sí que recuerda la sensación de cuando ganó su primer campeonato de alquiler. Y curiosamente también recuerda a Patri Ortigueira, mecánico y compañera en el equipo en la Fórmula de Campeones OK1 y Praga España.
Ahí se forjó la piloto que hoy es campeona por partida doble de la Comunidad Valenciana. La soledad de la pista de Karting Horta Nord y todas y cada una de sus curvas fueron el origen y testigo del nacimiento de una piloto que ganaría en un mundo de hombres. Su padre y su tío siempre estuvieron atentos a cada tanda de la joven Nerea en su pista, donde cada vez iba más rápido y se dieron cuenta que había que ayudarla a cumplir su sueño. Lo primero que hicieron fue apuntarla a un campeonato que organizó la propia pista. Nerea ganó y saltó a los brazos de los suyos. Desde ahí, y con muchísimo trabajo y dedicación la joven Nerea empezó a formarse para ser la piloto que hoy gana títulos. Y ¿Qué es lo primero que sigue haciendo Nerea cuando gana una carrera? Abrazar a su familia, como aquella primera vez.
Nerea es consciente que va abriendo camino a otras chicas en el automovilismo. No es únicamente una chica presente en un grupo casi completamente de chicos, ella gana en el grupo y gana con diferencia. En 2018, ha ganado 6 de las 10 carreras disputadas en el autonómico y ha estado presente en todos los podios. En la Series Rotax, con la última carrera anulada por mal tiempo, ha quedado subcampeona.
Para Nerea fue un gran salto empezar en el equipo de la Fórmula de Campeones OK1. Entrar en una estructura de equipo grande dentro del manto del Circuit Ricardo Tormo le ha ayudado mucho en su corta carrera: “Con la Fórmula de Campeones y Praga sientes que tienes la estructura de un gran equipo detrás, es una gran familia. Estoy muy agradecida además a mi mecánico Santiago y a Perete y al telemetrista, Marín. Sin el equipo ganar los dos campeonatos no habría sido posible”.
La estructura de la escuela de pilotos del Circuit acogió en su carpa hasta a 17 pilotos en el fin de semana de la cita en la pista Lucas Guerrero en Chiva. Desde finales de 2017 el equipo Fórmula de Campeones OK1 vivió una renovación humana y eso se ha visto reflejado en los resultados.
Nerea es consciente de que el futuro es incierto y complicado en el automovilismo. A partir de ciertas categorías y en ciertos campeonatos el nivel de los adversarios y el esfuerzo económico se incrementan exponencialmente. Aún así, la piloto no se amedrenta y redobla su concentración para estar siempre dispuesta a darlo todo cuando llegue su momento: “Una vez llegados hasta aquí, tengo clarísimo que quiero vivir el motorsport. Mi meta por supuesto es ser piloto profesional, y ojalá en la Fórmula 1”.
Son las 20h de la tarde, probablemente seamos los últimos en el edificio de oficinas en el Circuit. Ha sido un día largo y Nerea aún tiene que llegar al complejo de Cheste para cenar y hacer las últimas tareas pendientes. Dormirá lo antes posible ya que a las 7am tiene que estar en pie porque a las 8am empieza el entrenamiento con Luis antes de las clases de la mañana.
No es fácil el camino que lleva a convertirse a una joven de 16 años de Albalat a piloto profesional, pero Nerea Martí viene pisando fuerte, tiene las cosas muy claras y llegado el momento, la oportunidad la encontrará con las botas puestas.